sábado, 4 de octubre de 2014

A 30 años de conocer la Meta

Este año se han cumplido 30 años de la publicación de La Meta, escrito por Eli Goldratt & Jeff Cox. Me he dado cuenta que es un libro ampliamente conocido, en diversos ámbitos; académico, industrial, comercial, etc.
Yo leí la meta allá por 1999, y lo primero que me atrapó fué la manera en que se encuentra escrita; más como una  novela que como un texto escolar o de negocios. Creo que, irónicamente esa es la característica más novedosa y poderosa, puesto que así le ha permitido alcanzar una audiencia más amplia que por ejemplo el Toyota Way, o Learning to See o Incluso La máquina que cambió el mundo. El problema que he visto es que precisamente por eso, mucha gente, no ha percibido el mensaje y enseñanza que tiene subyacente. 
Me atrevo a realizar esta afirmación porque al menos, gente con la que trabajo y con la que he trabajado ha leído este gran libro. Desafortunadamente todos recuerdan la analogía de los chicos en el bosque y cómo Alex Rogos comprende que la capacidad de su planta depende de su cuello de botella. Extrañamente pocos recuerdan o comprenden esta última afirmación. Menos aún recuerdan lo que para Goldratt, son los indicadores más importantes: el throughtput, inventarios y hasta el final (SI HASTA EL FINAL) los costos. 



Un mensaje subyacente que muestra el libro, es que Alex Rogos, se enfoca en el proceso, mejorar el proceso, incrementar capacidad donde vale la pena, lograr un flujo suave y coordinado con lo que el mercado está demandando, mientras se van disminuyendo los inventarios y al hacer más eficiente su proceso, impacta a los costos de igual forma. Si usted querido lector, ha leído este libro, podrá darse cuenta que Alex Rogos no dijo, "Ok vamos a salvar la planta bajando costos. Si, !Despidamos a todos los trabajadores que aparentemente ahora nos sobran!, !Ahorremos en teléfonos, computadoras y consumibles!".

Si Alex Rogos hubiese hecho eso, el final del libro hubiese sido muy diferente. La pregunta creo es o debiera ser ¿Porqué fallamos en reconocer el poderoso mensaje que nos ha dejado el autor y seguimos escuchando el mundo de los costos como prioridad? Imagino que años de malos hábitos, son muy difíciles de matar. Pero... 
¿Porqué entonces si el libro parece ser un compendio de sentido común, muy poca gente ha logrado comprender su contenido? y Peor aún, ¿aplicarlo en su trabajo?   

Tal vez, como dijo un viejo conocido, "El león cree que todos son de su condición."